28 de enero de 2013

El diagrama de flujo como herramienta del guión multimedia





En las diferentes fases de concepción que tiene la elaboración del guión multimedia, reviste una gran importancia la del diseño del diagrama de flujo. En pocas palabras, esta fase consiste en realizar un esbozo de lo que serán los diferentes niveles de profundidad de la aplicación (llamamos aplicación a cualquier tipo de interactivo, tanto los online como los offline) así como de las relaciones que se van a establecer entre los nodos de contenido.

También se suele emplear como sinónimo de diagrama de flujo: mapa del sitio, mapa de navegación, flowchart, etc. A veces se utiliza también el concepto de mapa conceptual, pero éste posee un sentido más genérico y se refiere a una técnica que se utiliza en cualquier ámbito, no sólo en el del diseño de interactivos.

Es necesario que el diagrama de flujo sea lo más completo posible y su complejidad o sencillez dependerá de la de la aplicación que se esté elaborando. Para un site con pocos niveles de profundidad, bastará con algo así:



Pero si lo que buscamos es reflejar gráficamente la estructura de una página con más niveles y con más contenido, el resultado será mucho más complejo visualmente:



(La imagen está sacada del artículo Applications os isometric projection for visualizing web sites, de Paul Kahn, Krzysztof Lenk y Piotr Kaczmarek)


Es básico seguir una nomenclatura concreta y un orden en el proceso así como documentarse acerca de las normas y convenciones que existen para marcar o distinguir las relaciones entre los elementos del diagrama. Dependiendo de las formas elegidas, del sentido de las flechas, etc. podremos saber qué relación hay entre los elementos:



Asimismo, se pueden crear diferentes tipos de diagramas atendiendo a lo que deseemos mostrar de nuestro diseño: la arquitectura de la información, la navegación, los enlaces internos vs los externos, etc. En la página de Creately hay un resumen bastante bueno de los símbolos más comunes que se emplean en los diagramas. 

En la página de Edraw también se puede consultar la tipología de formas en los diagramas de flujo:


¿Por qué utilizar diagramas de flujo en el guionaje multimedia?

  • Porque facilitan al guionista el mostrar cómo ha de ser la estructura y la organización de la aplicación.
  • Porque sirven para tener una idea clara de cómo serán las relaciones entre los nodos de contenidos: si predominará una estructura de enlaces radial, jerárquica, lineal, etc. Lo que sería el mapa de navegación, sin ir más lejos.
  • Porque facilitan la representación de manera visual y esquemática del agrupamiento y flujo de contenidos.

Para crear los diagramas de flujo existen múltiples herramientas, que van desde los esbozos a mano alzada (o los que podemos crear desde los habituales procesadores de texto) hasta programas más sofisticados. Hay muchísimos ejemplos de software para crear diagramas:


20 de enero de 2013

La experiencia y las recomendaciones de los usuarios como valores seguros: el caso Hunch





La empresa Hunch comenzó como una startup en 2008 en su versión beta (sólo se podía acceder mediante invitaciones) y en el verano de 2009 ya en versión pública. Hunch se lanzó de la mano de Caterina Fake (co-fundadora de Flickr), Chris Dixon (que tiene una web blanca como la nieve) y otros miembros. Jimmy Wales, el co-fundador de Wikipedia, se unió al equipo como miembro del comité ejecutivo a finales del 2009 (lo explicó en su blog). Finalmente, eBay compró Hunch el 21 de abril de 2011, apostando por una inversión casi segura. 


¿Para qué sirve Hunch?

Básicamente para ayudar a los usuarios registrados a tomar una decisión o a elegir un producto.

¿Cómo funciona Hunch? 

Cuando el usuario se registra, se le pide que responda a diversas preguntas que, previamente, también han sido dirigidas a otros miembros de la comunidad. Basándose en los resultados obtenidos y cruzando las diferentes respuestas, se ofrece una decisión final para el usuario indeciso.

El funcionamiento se basa en una serie de algoritmos que seleccionan preguntas que llevan a las respuestas más acertadas para ir llegando así a los diferentes resultados o conclusiones. En resumen, partir de la información proporcionada para ofrecer resultados personalizados.

Una muestra de las preguntas que se nos requieren antes del registro:



 

El funcionamiento de Hunch nos lleva a reflexionar acerca de la importancia cada vez mayor que cobran las opiniones de otros usuarios en nuestra toma de decisiones en la red. Por ejemplo, un usuario que decide no hospedarse en un hotel determinado porque ha descubierto un aluvión de críticas negativas en portales como Booking o Tripavisor. "Si todas estas personas han escrito un comentario negativo sobre este hotel, mejor busco otro", suele ser la reflexión final.

Como consumidores, nos reconforta elegir productos que sabemos que han elegido otros usuarios y, preferiblemente, si sabemos que han quedado satisfechos con ellos. La experiencia, las recomendaciones y los comentarios de los otros son un valor a tener presente en todos los casos.

Por cierto, hunch significa corazonada en inglés, lo cual nos demuestra una vez más la importancia de dotar de significado a los nombres de los proyectos o de las empresas.


15 de enero de 2013

Recordando el primer blog







No recuerdo cómo era exactamente la situación tecnológica anterior al 2003, pero de lo que sí tengo conciencia es de que para mí fue el inicio de algo importante. Madonna subía como la espuma con su nuevo trabajo, Hollywood. Por aquella época no existían las redes sociales entendidas como las definimos ahora; Facebook, Twitter y demás herramientas eran conceptos aún muy lejanos, desconocidos, por inventar. La única red social protagonista era el conjunto de blogs que aparecieron por entonces.

Los que comenzamos a escribir y a movernos digitalmente allá por el 2003 no teníamos demasiados sistemas para seguirnos la pista entre nosotros. Comentábamos en los diferentes posts, nos suscribíamos a las listas y, por supuesto, nos reenviábamos los correos electrónicos con las anotaciones que más nos habían llamado la atención.

Empezamos a conocernos —a nuestras bitácoras y, por extensión, a nuestras identidades virtuales— y a interesarnos por las redes sociales (limitadas a los blogs y poco más), no imaginando que, casi diez años después, el panorama iba a transformarse de un modo tan radical.

En aquella época eran importantísimos los referentes —todavía no se denominaban gurús— que nos sirvieron de inspiración y de apoyo para formarnos tecnológicamente y emprender nuestros proyectos.

Entre los que recuerdo y aún siguen arrojando luz en el mundo digital estaba Antonio Fernández Coca. Doctor, profesor universitario, creativo, ilustrador, diseñador, comunicador, escritor, etc. Un profesional que aglutina tantos perfiles como los artistas del Renacimiento, podría decirse. Su página web siempre me pareció un modelo de exquisitez y aún recuerdo cuando se atrevió a desafiar la regla no escrita de la página de inicio (home page) como entrada a una web. Apostó por un diseño innovador y abrió un debate muy enriquecedor sobre la necesidad (o no) de la existencia de la clásica página de bienvenida.Tal vez la mejor manera de inaugurar un blog como éste sea echar la vista atrás un momento para recordar y agradecer todo el bagaje obtenido gracias a todas las personas que compartieron sus ideas y conocimientos por aquel entonces.

Y a partir de ahí, redefinirse.

13 de enero de 2013

Tu primer password





Empezamos saltándonos una norma: no hemos alojado el blog en Wordpress; no es porque nos caigan mal, es por sentimentalismo, nuestros primeros blogs, allá por 2003, nacieron en Blogger.

¿Os acordáis del primer nombre de usuario y contraseña que tuvisteis? Yo sí. Fue en 1998 y pertenecía a mi cuenta de correo electrónico de la primera universidad en la que estudié. Aquel año, Titanic ganaba 11 estatuillas en los Oscar, Garbage cantaba I think I'm Paranoid y en España había 200.000 ordenadores conectados. Algo así como si únicamente Pamplona estuviera conectada. 

Hasta ese momento, el único correo existente para muchos de nosotros era el correo postal. Yo me carteaba con esos amigos que sólo veía en verano y que, aunque estuvieran en la misma ciudad, parecían vivir en un continente lejano y distinto, ya que el correo postal tenía el don de multiplicar todas las distancias por 1000. Estoy convencida de que esa lejanía impostada se debía a lo largo que se hacía el proceso: escribir una carta, enviarla y recibir una respuesta suponía, al menos, dos semanas enteras. El contenido del mensaje no podía ser caduco. Supongo que antes nos las apañábamos para hablar en clave de futuro, si no las cartas no hubieran tenido ningún tipo de sentido.

Vuelvo a situarme: 1998, mi primer año en la facultad de letras, tengo una cuenta de email y conexión en la universidad. ¿Con quién me escribo si no conozco a nadie que tenga Internet? Porque evidentemente ninguno de mis amigos era uno de esos 200.000 ordenadores conectados. La única persona a la que conocía y que también tenía correo electrónico era... mi padre. Un planazo que me sirvió para conocerle mucho mejor.

Las inauguraciones son complicadas. Al principio no tenemos audiencia, ni tan siquiera Internet la tuvo antes del boom. Y es evidente que la comunicación necesita de un receptor que le dé sentido al mensaje. Del mismo modo, un blog necesita lectores.
Aunque bueno, siempre nos quedará la familia, como sucedió con aquel primer email.


Redefiniéndonos



 Nuestro pez se llama "Valiente"


Redefinidas surge de una necesidad: la de volverse a definir. Pero no porque el estado actual se entienda obsoleto, sino porque existe un momento en la vida en el que uno se ha de plantear qué ruta seguir, la de siempre o una nueva. Y decidimos atrevernos por un nuevo sendero, como quien da un golpe de timón y camina hacia un nuevo destino, como el pez valiente que un buen día decide saltar de la pecera. Sabemos que el viaje no será fácil y que posiblemente esté plagado de escollos que tengamos que sortear: justo ahí nace la importancia de redefinirse.

Redefinirse como sinónimo de re-aprender, de re-leer, de re-escuchar, de re-mirar… Todo con un nuevo enfoque que nos ha de servir no para comenzar desde cero, sino para aprovechar lo aprendido durante estos años conectadas a Internet, pero añadiendo también el bagaje que intentaremos recopilar durante este viaje.

Trataremos de cumplir con nuestro tagline: buscando el lado humano en el mundo digital.

En eso consiste redefinidas.