La memoria humana puede fallar; es humana. Pero la memoria de Internet es infalible, lo recuerda todo. Internet sabe qué nos preocupa, qué queremos, qué buscamos, con quién nos relacionamos, tiene nuestra agenda, nuestros proyectos, nuestras vacaciones, etc.
La sociedad 2.0 es la que menos olvida y, no sólo eso, también es la que más comparte, viraliza y extiende todos esos datos volcados en la Red ya para siempre jamás no-olvidados.
Todo permanece grabado. Y todo puede ser encontrado gracias a los motores de búsqueda. ¿Qué sucede entonces con el derecho a rectificar?
El derecho al olvido digital es disponer de la posibilidad de borrar e eliminar tus datos por completo de Internet. Debería ser así, pero no lo es del todo. Las redes sociales son las que más demandas reciben en este sentido. Todos queremos ser dueños de la información que se tiene sobre nosotros. Y que nosotros mismos hemos dado a conocer.
A menudo, mi abuela me pregunta muy preocupada si "en eso de Internet" sale su edad real.
La semana pasada leíamos esta noticia: Vivian Reading, vicepresidenta de la Comisión Europea, presentaba una propuesta para definir y constituir el derecho al olvido digital para los usuarios de la Unión Europea. Si finalmente sale adelante, podremos pedirle a Facebook y a Twitter, por ejemplo, que elimine nuestros datos totalmente de forma inmediata en el momento que lo solicitemos. Actualmente puedes darte de baja pero tus datos siguen allí por un tiempo, como en latas de conserva.
Por cierto, el pasado lunes 28 se celebró el Día Internacinal de la Protección de Datos.
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Reveladora infografía en Nacion Red sobre cómo nos rastrean las nuevas tecnologías.
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Os recomiendo el primer capítulo de la serie británica 'Black Mirror'. Tiene que ver con la cantidad de información nuestra que flota en la nube 2.0. ;)
ResponderEliminarAleix, sí, conozco 'Black mirror', una de las series más impactantes que recuerdo haber visto. También se podría conectar el tercer capítulo con la ingente cantidad de información "en la nube": las cápsulas insertadas en el cerebro que permiten el visionado de toda la vida de las personas. Escalofriante, ¿verdad?
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